Wednesday, April 02, 2008

my son takes me to theology class spanish



Mi hijo dormía pacíficamente ayer por la noche como una feroz tormenta de lluvia machacados nuestras ventanas en caso de la búsqueda de lo posible para romper ... (samething pasado un tiempo atrás, en una feroz ráfagas de viento tratado de hacer lo mismo) dormía pacíficamente i porque estuve allí-este Puntos a la teología de la alianza de Dios y la soberanía provindence-debemos también encontrar nuestra paz, nuestra seguridad y nuestro refugio en él durante las tormentas de la vida ...




Salmos 91
Seguridad del que confía en el SEÑOR 1El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente.
2Diré yo al SEÑOR: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío.
3Porque El te libra del lazo del cazador y de la pestilencia mortal.
4Con sus plumas te cubre, y bajo sus alas hallas refugio; escudo y baluarte es su fidelidad.
5No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día,
6ni la pestilencia que anda en tinieblas, ni la destrucción que hace estragos en medio del día.
7Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra, a ti no se acercará.
8Con tus ojos mirarás y verás la paga de los impíos.
9Porque has puesto al SEÑOR, que es mi refugio, al Altísimo, por tu habitación.
10No te sucederá ningún mal, ni plaga se acercará a tu morada.
11Pues El dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos.
12En sus manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.
13Sobre el león y la cobra pisarás; hollarás al cachorro de león y a la serpiente.
14Porque en mí ha puesto su amor, yo entonces lo libraré; lo exaltaré, porque ha conocido mi nombre.
15Me invocará, y le responderé; yo estaré con él en la angustia; lo rescataré y lo honraré;
16lo saciaré de larga vida, y le haré ver mi salvación.
Lucas 8:22-25 (La Biblia de las Américas)
La Biblia de las Américas (LBLA)
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Jesús calma la tempestad 22Y uno de aquellos días, entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y se hicieron a la mar.
23Pero mientras ellos navegaban, El se durmió; y una violenta tempestad descendió sobre el lago, y comenzaron a anegarse y corrían peligro.
24Y llegándose a El, le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y El, levantándose, reprendió al viento y a las olas embravecidas, y cesaron y sobrevino la calma.
25Y El les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Pero ellos estaban atemorizados y asombrados, diciéndose unos a otros: ¿Quién, pues, es éste que aun a los vientos y al agua manda y le obedecen?

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